Google, dueño del buscador número uno de la Internet (al menos hasta lo que va de ahora), no se detiene en su búsqueda de seguir almacenando y prediciendo información, marcando la pauta en la web, y ahora ha desarrollado un algoritmo, aún en fase de pruebas (pero ya con buenos resultados), que sería capaz de determinar cuáles de sus empleados son potenciales a renunciar.

Google, que cuenta con más de 20 mil empleados, pretende de ésta manera, usando de su -no develado- algoritmo detectar la insatisfacción de sus trabajadores, es decir, aquellos que suponen que no están haciendo uso de todo su potencial (que es una de las causas más comunes de renuncias), y evitar la fuga de sus cerebros más preciados.
Así es que Google, sin revelar el funcionamiento de su algoritmo, explica que éste analiza, entre otras cosas, información sistematizada obtenida en conversaciones con los empleados, junto con datos de salario, posición en el escalafón de sueldos, aumentos recientes, etc.
Ya sabemos que Google nos vigila, pero el hecho de que éste algoritmo tome datos hasta de conversaciones entre empleados es de temer. Al menos a mi me gusta tener un poquito de privacidad. Aún así, es un gran avance de Google en este plano humano de su empresa y de seguro sí lograrán implantar con éxito sus políticas de mejora que incluirían una mejor oferta de capacitación y beneficios para sus empleados.