Una serie de ataques masivos por parte de black hat hackers (crackes o delincuentes informáticos) ha ocasionado que dos de los más grandes laboratorios de investigación militar de los Estados Unidos hayan sido vulnerados. Los laboratorios en cuestión son el Laboratorio Nacional de Oak Ridget (ONRL) en Tennessee y el el Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México.
Según un vocero del ONRL afirma que este ataque sufrido es uno de los más sofisticados en el cual los intrusos pudieron acceder a información de los visitantes al centro entre el período de 1990 y 2004, que además incluye su número de seguro social y fecha de nacimiento.
El ataque comenzó con una serie de envíos masivos de pishing a los correos del laboratorio desde 29 de octubre y se presume que posiblemente los empleados abrieron estos emails infectados con troyanos dejando así acceso a la instalación de los mismos en sus pc’s por lo que se baraja la posibilidad de que haya sido enfocado desde un inicio a este centro de investigación americano.
El director del ORNL, Thom Mason, describió este ataque como “un intento coordinado de obtener acceso a redes de computadoras de diversas instituciones y laboratorios en todo el país”. “Debido al carácter delicado de este suceso, el laboratorio se encontrará inactivo por algún tiempo para discutir más detalles hasta que se tenga un pleno entendimiento de ataque”
La ONRL ha creado una página dando un informe oficial de estos ataques con un asesoramiento a los empleados y visitantes para que informen a los organismos acreditados a fin de minimizar un posible robo de identidad.
El ONRL es un laboratorio multipropósito de investigación militar dedicado a la seguridad nacional. El laboratorio de Los Alamos sigue un enfoque similar pero más orientado en lo que se refiere a la investigación de armas nucleares, es uno de los dos únicos lugares en los que se desarrollan proyectos nacionales categorizados como ultra secretos.
A diferencia de la ONRL, Los Alamos tiene una historia embarazoza con una serie de ataques simples que han develado cuantiosa información de su centro de investigación. “Esta solo parece ser una nueva caída, hasta los traficantes de drogas tienen acceso a la información clasificada de Los Alamos”, dijo en su momento Danielle Brian, director ejecutivo del Proyecto de Supervisión Gubernamental (POGO), dos años antes el laboratorio había sido acusado de perder sus discos duros.
Traducción libre de: TechWorld
